Los años 1996, 1997 y 1998 los empleé sobre todo en un gran proyecto: la Arqueoguía de Cataluña y Baleares. Era algo que no se había hecho nunca, y suponía abarcar un campo extensísimo lleno de lugares por conocer y monumentos por localizar. No lo hubiese podido llevar a cabo sin la ayuda de Vicenç Sastre, que además de hacer los dibujos me acompañó en muchas de aquellas largas y agotadoras excursiones en busca de dólmenes, pinturas rupestres, poblados ibéricos, fortalezas romanas... Fue una experiencia única.
Esta foto corresponde al momento preciso en que rematamos el último itinerario, en la Serra de Prades de Tarragona. En la baca del coche se puede ver la escalera que llevábamos para lograr planos fotográficos más elevados, y que hizo que en más de una ocasión nos tomaran por salteadores de chalets.
