viernes, 24 de diciembre de 2010

EL BAR GUITÓ, SEGUNDA CASA



Estaba entre mi casa y la academia. El bar Guitó fue mi segunda casa durante muchos años. Me pasba mañanas enteras escribiendo en una de las mesas junto a la ventana, viendo la calle Villarroel y la Gran Vía. Recuerdo a Juan, el dueño, a los camareros Francisco y Pepe. Y a la multitud de viejos que iban a leer el periódico y de los que nos reíamos con Federico. Ahora somos nosotros los viejos del Guitó.

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